San Antónimo Post-Cuarentena & la partida del Curioso Impertinente

El viernes pasado se hizo la primera tocata en San Antonio después de la extensa cuarentena que casi echó al tacho este 2020. Mes y año que, además, vio partir a un pionero de la música de San Antonio que no alcanzamos a aplaudir lo suficiente y que nos deja la tremenda sacudida.


(Afiche para Ruidos en el Patio Vol.1)

Según entiendo, la idea la tenía la Javi de antes y cuando vi el Patio no pude sino pensar de la misma forma. El asunto es que el Firu -compañero músico y amigo que alrededor del 2015 sumó experiencia dirigiendo el Bar Piedra Roja de Llolleo- convocó a la Tocata Piloto "Ruidos en el Patio Vol.1" el 20 de Noviembre desde las seis de la tarde con la intención de dar un primer paso en la reactivación de la escena musical del "puerto pobre" y observar cómo se llevarían lxs vecinxs con la bulla. Y aunque en algún momento de la tarde fuimos escudriñados desde el balcón de la casa de atrás, la música resultó bien y todo lo demás estuvo re movido. Como se ve en el Afiche, en el evento se presentaron Mall Chino, Último día de Verano, La Experiencia del Espíritu Cósmico y Dead Kifafis. Por el momento mi plan no es hacer crónica ni comentar el trabajo de cada proyecto sino más bien reseñar algunos detalles de la fecha para ayudar a la memoria en el futuro. Por eso solo dejaré estos datos al respecto de "Ruidos en el Patio Vol.1" y evocaré prosperidades para la música de San Antonio y los espacios que le permiten seguir existiendo.  

En lo que me gustaría centrar mi atención para hilar un par de párrafos es en la partida de Ramiro Quijano. Porque la verdad es que cuando vi el Afiche de la Tocata y leí "Último día de Verano", yo pensé que escucharíamos a Víctor Hugo tocando/jugando con Ramiro Quijano en este proyecto que en algún momento los reunió a ambos pero me equivoqué. Y aunque Víctor ya había seguido adelante con el proyecto de forma individual hace algún tiempo -como supe después-, los días previos a la Tocata nos enteramos de que Ramiro Quijano había alcanzado los 39 años solo para partir. 

(Portada Universo Particular de Ramiro Quijano)

De todas formas, Ramiro deja un tatuaje en la música sanantonina que nos enrostra la pereza de la que somos presa y nos sacude hasta la médula. Porque Ramiro es un músico que 
levantó dos grandes obras que, a su vez, empujaron a otrxs músicxs locales a hacer su propia música -me cuento a mí mismo entre esa gente-. El Lenguaje del Sonido (2011) y Universo Particular (2014) son dos discos que Ramiro Quijano lanzó como cantautor y cuya sonoridad no había tenido asidero en la escena nacional hasta hace bien poco, lo que lo convierte en un visionario musical y lírico y en una especie de motor de arranque para la música local. Y esto lo digo porque durante la Tocata que estoy tratando de reseñar y durante algunos días en torno, he podido comentar su impronta con varixs músicxs locales y he descubierto con mucha alegría que no había sido solo yo el que recibió el espaldarazo de Ramiro en mis inicios sino varixs de lxs amigxs con los que he compartido la música durante la década. 

Cuando me di cuenta de eso, entendí que Ramiro estaba y no en la Tocata, igual como ha estado y no en muchas de las canciones que brotan de San Antonio aun cuando su fachada hostil de ciudad trepanada, más que a cantar, nos invite a gritar o a llorar. Finalmente, pienso que su muerte es un mero cambio de piel puesto que nos quedamos con un legado indeleble a través de sus canciones y a través de los varios y varias más que seguimos la misma senda hasta morir por ella. Lo demás está de más.

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