San Antónimo Post-Cuarentena & el Piño de Víctor

El primer sábado de Diciembre de este 2020, "Julio Piña" convocó a un evento íntimo en la casa de Ramón. Más bien, la casa-comunidad que comparte con la Negra, la Betty, el Juan, la Magda, el Blas, la Arya y la Auka Malén. Aunque llegué cuando estaban desarmando y me perdí casi todo el evento, compartí la noche y el fuego junto a los ritmos del Víctor, el Maña y un par de amigxs más.

(En alguna hora perdida de la madrugada, se cantó "Perro Callejero").

La comunidad de Gandarillas es tal vez el lugar donde mejor me siento cuando voy a San Antonio pero vivir una tokata ahí es algo que aún no he podido cumplir. Hemos hecho mil cosas en el patio y Ramón, incluso, presentó ahí sus Artefactos interpelantes -o "filofactos" como decidió llamarlos-, pero nunca hemos armado algo musical. En gran medida, por falta de determinación de mi parte. Por eso considero que Víctor Fabio es un músico rejugado, no solo porque sea capaz de parar sus propios eventos sino también porque mantiene sonando un proyecto que involucra un gran número de instrumentos: porque la piensa, la hace y le sale. Para mí no es fácil entrar en la cumbia pero la que hace Víctor en "Julio Piña" tiene algo diferente. Tal vez sea la esencia extraña que entreveo en su sonido y que me recuerda la vez que lo encontré tocando jazz en Valparaíso, hace como 10 años: el salto es grande pero el sonido es el mismo; o la vez que en el salón del Espacio Cultural nos hizo alucinar con los "Budistas Surfistas", esa especie de banda experimental que tenía con Charles Bórquez y Claudio Concha y que sonaba cumbiera a ratos pero que en verdad era una banda sicodélica súper improvisadora con unas baterías impresionantes.

En fin, no soy cumbiero pero tampoco soy indiferente a la cumbia: yo creo que en la infancia de toda mi generación, perviven las galopas de todas las villeras argentinas que sonaban en las radios. Por lo mismo, me imagino que el Maña me hablaba de su intención de salir de la cumbia y encontrar otros ritmos igual de atractivos en la maraña de sus dedos cuidando la chispa de base que tienen por ganadas las bailables. El Maña de "Maña y los Mañaneros" fue, definitivamente, la guinda del piño de ese sábado. Al principio me saludó y me entregó algunas palabras doradas sobre el "Ápice" del Blindaje y luego se fue señalando que yo no lo conocía pero que ya me iba a contar. Yo no sabía bien por qué lo decía pero, básicamente, era que no se acordaba de la vez que nos conocimos.

("Aer Cuéntame" es el nombre de la primera canción que entrega Maña & los Mañaneros. El Arte es de Panschop).

Era el 2016 cuando nos encontramos en casa del Pato Saavedra, solo a algunas cuadras de donde estábamos esa noche. El Coke Betancourt tocaba la guitarra e interpretaba canciones en inglés cuando de pronto la guitarra corrió entre los que estábamos ahí. Muy tímidamente, el Maña tocó una cumbia y -por algo que no recuerdo- se excusó al terminar. Luego me tocó a mí y tratando de ser coherente con lo que había presentado el amigo -insisto- y sin ser cumbiero, toqué lo más parecido que he hecho a una cumbia: "Mala Mente". En ese tiempo todavía no la terminaba porque, como muchas canciones, la había dejado a la mitad y no sabía si sí o si no porque esto o que el otro. Toqué la canción y me quedé con su comentario: "es como una cumbia pero oscura". Los días siguientes pensé mucho en que "oscura" no alcanzaba para una cumbia y menos para una fiesta, que si bien la "Agrupación Marilyn" hacía cumbias trágicas, esta oscura y disonante cumbia mía no funcionaría como tal y que, por lo tanto, tendría que esperar algunos años más para encontrar su rumbo. El Maña no lo supo hasta este sábado pero fue su comentario el que me hizo pensar, tres años después, que "Mala Mente" era un buen final para el "Ápice" del Blindaje.

Entonces, del piño que se quedó de toque a toque en la comunidad de Gandarillas ese sábado de diciembre, me traje este relato y este recuerdo. Además, la Jo ya me había hecho ver lo que estaba escribiendo y tal vez sería bueno aceptarlo al tiro: mal que mal, el registro siempre va a ser un aporte. Sobre la música de ese día: si bien creo que "Julio Piña" es el capo de la Cumbia en San Antonio, de todos modos, me animo a pensar que "Maña y los Mañaneros" puede llegar a ser también una buena alternativa para avivar la cueca sin tener que zapatearla.

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