San Antónimo Post Cuarentena & un Ápice de Playa y Tranque

Se ha dicho y se dice que San Antonio no tiene playa pero es mentira. O es al menos una verdad invisible ante la que pasamos de largo como si tuviéramos los ojos rotos y no viéramos más después del cemento. Pero lo cierto es que en torno al puerto hay más de un rincón en el que podemos recordar que "las ciudades son accidentes que no prevalecerán frente a los árboles" (o el mar en nuestro caso). Estaría más que bueno que del Parque DyR se levantara un día su tonto monstruo y botara el empedrado que tapa la playa. El 24 de febrero hicimos el cuarto guitarreo ahí y logramos que se encendiera algo (no sé si un fuego sencillamente pero algo) y aunque no hicimos mucho más que compartir música, cambió la sensación de momento histérico por un respiro que nos hizo bien a todxs. 

(Momento épico en que cantamos "de agua y sal" junto a la Xime y bajo el atardecer).

El día 13 habíamos hecho la tercera ronda en el Tranque de San Juan y había sido increíble que Ramón y Héctor (Ernesto Azzar) hubieran leído poemas sobre abortar el sistema y preferir elegir saborear el tiempo. Se me vuelve una ley de vida seguir sus palabras después de escucharlos y probablemente sus palabras me anunciaban lo que pasaría en un par de semanas después. Lo cierto es que el Pape nos llevó al Tranque y compartimos la ronda en un lugar privilegiado. Ahí apareció el Iván con sus inocencias llenas de verdad y el Alejandro con esa chispa de los que cantan y tiran brisa marina por la boca. El único problema fue la basura que había en el Tranque desde que llegamos. Por eso con mi hermana estuvimos limpiando un poco donde nos pusimos y nos dimos cuenta de que eso era lo mínimo que podíamos hacer, así es que recogimos el plástico de algunos árboles y volvimos a descubrir los túneles que los conejos habían abandonado hacía quizá cuánto tiempo. 

(Este árbol tenía un portal hacia abajo de la tierra... supongo que era un túnel para conejos. Sin embargo, estaba tapado en basura... ¡lo bueno es que lo limpiamos!)

Pero dos semanas después se nos acababa el verano así es que motivamos el cuarto guitarreo y el día 24, sin más, resultó en la Playa. Fue una lástima confirmar que había mucha gente que desconocía la playa pero fue un agrado verles sorprenderse por la verdad. Cantamos bajo el atardecer y bandadas de pájaros nos saludaron durante la tarde hasta que tuvimos que salir. Fue un tremendo honor ver que había gente que no había visto hace mucho, gente que no había visto nunca y gente que llegó a cantar, incendiando el aire y chorreando poesía. Miguel leyó un poema sobre el Pilpilén en el que insistió con la idea de que pájaros blindados bien podrían asesinar "humákinos" si supieran que en verdad estamos puro dejando que pase la tragedia: que pase que, efectivamente, se están llevando la arena de nuestros dedos y que ponen y ponen camiones en todas partes. De todos modos, nos juntamos y compartimos. Debutó el pequeño Alexis con sus canciones y se nos unió el Ody, al que esperábamos desde la primera ronda. Más tarde se unieron más y nos terminó cantando Jorgito Mercado, Víctor Fabio y hasta Chinoy. Lo que es yo, ya me había dado cuenta de que nos estaba brotando algo más que simplemente música pero todavía no sabía lo que era (hoy que escribo pienso que en verdad todavía no sé bien).

(Mientras cantaban"Lagartijas" en la ronda, miré el mar y encontré más que el sol cayendo... la silueta de un pájaro, de un barco, de alguien que viajaba en el tiempo para jugar de nuevo en el mar de la infancia).

¡Y pues bien! En un verano en el que no iba a haber música, emulamos un fuego y nos reflejamos en él. Resultados o conclusiones no tengo para compartir, más bien me quedo con un montón de dudas y algunas sospechas sobre qué caminos elegir: definitivamente, tenemos mucho que quemar y hay mucho que decir, hay personas que no están y otras que están prisioneras por nosotrxs y es preciso que, al menos, repensemos el mundo y hagamos algo. Mientras tanto, espero que este ejercicio de hacer rondas nos sirva para mirarnos mejor y erradicar el exceso de ego, poner más los pies en la arena y entender que la música -así como la poesía- "no sirve de nada si no permite a los hombres [y las mujeres] acercarse y conocerse". 

"Me rehúso a pensar que los prejuicios, las divisiones, el odio y la violencia, acapararon nuestros corazones, destruyendo nuestra rebeldía, nuestra actitud, nuestra amistad, nuestros sueños, nuestro amor real. Me niego a pensar que hemos sido derrotados. Que las vidas secuestradas [prisioneras], torturadas y asesinadas por los estados terroristas de este vapuleado planeta tierra fueron en vano. La libertad que hoy gozamos no surgió de la nada. Por favor, no la pisotees".

Fun People. Intro de Spirit of 77'.