DEL NIDO DEL TRÍO O DE CÓMO NACIÓ LA BANDADA 3.0
Después de grabar el “Ápice” antes de la pandemia y después de mezclarlo y lanzarlo en medio de ella, la vida empezó a reactivarse en un nuevo orden de cosas. En el Otoño, me vine a vivir a Valparaíso y una noche, en casa de Elisa, conocí a Dana. Tenía una tremenda voz, indiscutiblemente, pero no acostumbraba a mostrar sus canciones. Conectamos, nos empezamos a juntar y pronto nos empezamos a nutrir musicalmente. Una noche de lluvia llegamos a un micrófono abierto en Terraza Lamar, cerca de Plaza Victoria, y Dana cantó “Habito”, pasándole pequeños instrumentos de percusión a las personas a su alrededor. Fue un momento épico. Al final de la noche, caminamos cantando bajo la lluvia y supimos que íbamos a seguir haciéndolo por más tiempo.
Cerca del final del Invierno, el Centro Cultural de San Antonio quería empezar a hacer presentaciones con público reducido y me ofreció un Concierto. Ahí fue que nos motivamos a reactivar el proyecto con Sammy (que justo también se había venido a Valpo) y convocamos a Dana para que, en pleno agosto del 2021, naciera el trío. Les tres teníamos canciones y de una quisimos incluirlas para trabajar conjuntamente. Así fue que después de esa presentación empezamos a mezclar ideas y a construir un repertorio equitativo que, rápidamente, creció como la Primavera.
Durante el Verano, tocamos todas las semanas en distintos lugares, incluso en la calle. Nos afiatamos un montón y el repertorio maduró. Pero al Otoño siguiente, algo se rompió en mí y perdí fuerzas por un tiempo. Fueron las chicas quienes mantuvieron la banda a flote y luego pudimos retomar el vuelo. Mientras cayeron las hojas y luego la lluvia, conocimos nuevos escenarios de Valparaíso y compartimos escenario con nuevas personas. En la tocata, “Canciones para pasar el Otoño”, se nos unió Marco Silva con su guitarra eléctrica y luego se convirtió en un importante amigo de la banda. También nos aliamos fuertemente con el dúo “Empalagosa” con quienes hicimos una linda amistad y tocamos en Valparaíso, Quilpué y San Antonio. Pero lo más importante ocurrió el día 6 de Mayo, cuando se lanzó la Sesión en Vivo que registramos en Enero en el Centro Cultural Camilo Mori y que se ha convertido, hasta ahora, en el gran testimonio de la transición hacia la bandada 3.0 que conformamos todavía (todas las fotos de este texto son un hipervínculo para escuchar esa sesión).
Al terminar el Invierno, las chicas ya estaban súper empoderadas
del proyecto y lo transformaron en algo que yo jamás hubiera podido hacer solo:
en algo mucho más hermoso, sanador y cautivador. Doy gracias al universo por
todo eso pero, particularmente, a ellas por apostar por esta música. Cuando
llegó nuevamente la Primavera, El Blindaje de los Pájaros era una banda renovada
a la cual le debía la vida y en la cual me sentía orgulloso de participar, no
solo por la música que llegamos a hacer sino también por el equipo que hemos logrado formar.
Comentarios
Publicar un comentario