Mudo Réquiem para Amaury Ardouin
"Yo soy la Loica... porque siempre estoy sufriendo del corazón", algo así fue lo que dijo Amaury cuando Sammy nos preguntó con qué pajarito nos identificábamos. Estábamos a días de grabar el "Ápice" y nos juntábamos en casa de Amaury para ensayar y pasar las tardes. Recuerdo que hizo un triángulo con los brazos en el pasto, con los codos y los dedos entrelazados y metió la nuca para pararse de cabeza. Yo no sé qué fue de su vitalidad porque no lo conocí lo suficiente y porque, entre medio, la pandemia hizo que no nos reencontráramos hasta un par de años después en Valparaíso.
Este fin de semana que pasó, te fuiste y dejaste más viva la quemadura del silencio. Dejaste un cráter en tu casa, un volcán extinto del que habrá escapado un llanto quizás o, al menos, una huella pesada que no se va a borrar. Y aunque reinauguraste la certeza de que "todo amor es urgente porque nos vamos a morir", pienso también en el amor que a veces duele tanto y me permito maldecir su coyuntura cuando es fatal. Por ahora, me quedo con tu gracia y doy gracias por ella, por el paso que tuviste en mi vida y en la vida de las canciones que grabamos juntos. Yo que no puedo sino pensar en el terror de ver nuestros sueños metidos al fondo de los cajones, que no puedo sino pensar que esa es la derrota a la que nos empuja el capitalismo todos los días, agradezco la vitalidad y la victoria que compartimos hace 3 años y para siempre con el nacimiento que brotó de tus manos y que te pervive más acá del silencio de las cosas.
"si no existiera el arte, ese gesto extremadamente delicado mediante el cual algunos seres plasman lo más puro y fino de sus vidas, probablemente la violencia, la destrucción, sería lo normal. No habría con qué contrastarlo" (Zurita en una Conferencia según una página web que encontré por ahí).
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